La motivación como punto de partida


Motivación que crece con los años
Recuerdo que durante la entrevista que hice antes de empezar el voluntariado en Culturas Unidas, al decir que quería trabajar con niños aunque no tenía experiencia previa, la respuesta fue: “No pasa nada, muchas veces la motivación es más importante que la experiencia”. ¡Gran verdad! Experiencia he adquirido bastante después de los ocho años que llevo aprendiendo de los menores, de los voluntarios y de los empleados de la asociación. La motivación sigue creciendo día a día.
He aprendido a desenvolverme en los distintos grupos de pequeños, medianos, preadolescentes, en las salidas, excursiones y en los campamentos y reconozco que, aunque algunos días agoten, desesperen o den dolor de cabeza, me sigue gustando estar con ellos, sigo disfrutando intentando enseñarles algo, ayudándoles con sus deberes, proponiéndoles actividades que normalmente dicen que no quieren hacer, aunque cuando empiezan y las realizan acaben disfrutándolas. Es difícil explicar lo reconfortante que resulta cuando muestran satisfacción porque han sacado una buena nota o cuando enseñan orgullosos alguno de sus “tesoros”. En ocasiones, tras haberles regañado, sueltan unas ocurrencias muy graciosas con las que aprendí que no puedo reírme abiertamente porque perdería toda autoridad; sin embargo, me estoy carcajeando por dentro.
Muchas veces cuesta captar su atención, conseguir que escuchen a los adultos o entre ellos, lograr que no discutan ni se peleen por tonterías. El reto es conseguir que sean amigos, que disfruten y aprendan en la asociación, que sepan respetar al prójimo y fomentarles su autoestima. En algunos casos, el afán de protagonismo de cada uno los lleva a interrumpir y querer intervenir todo el rato. En otros, la timidez o inseguridad les hace retraerse. Ahí está nuestro rol como adultos, intentando lograr que todos tengan su espacio, que nadie sea más que otro y que ninguno se quede atrás.
No sé si lo haré bien o mal. Lo cierto es que no dejo de aprender y que me satisface mucho la pequeña aportación que hago con el tiempo que dedico a Culturas Unidas.
PROYECTO IMCRE



TIEMPO LIBRE
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