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Mi nombre es María, soy estudiante de trabajo social y me encuentro en mi último año de carrera universitaria, puedo decir que esta ha sido una experiencia única y enriquecedora.  

Durante estos cuatro años de enseñanza en la universidad, me atrevo a decir que he aprendido cosas muy útiles, sin embargo, todo era muy teórico, no profundizaba en enseñanzas prácticas, lo cual, hizo que tuviera miedo de que llegara el cuarto año y tuviera que elegir mis prácticas, este miedo se alimentaba de verme a mí misma de “inútil” e “incapaz”, por miedo a no saber intervenir, por adentrarme por primera vez al entorno laboral y enfrentarme a mi yo profesional y el desarrollo de este en esta nueva etapa.  

Deseaba tantísimo que el momento de la elección no llegara, pero por más que deseara y evitara el tema, el día llegó y tuve que elegir un centro donde realizar mi periodo práctico, así que, frente a esto hice un examen minucioso de todos los centros y encontré Culturas Unidas, para mi desde el primer momento hice clic con la entidad y sus valores, de interculturalidad y empoderamiento.   

Es así como, por deseos de la vida, llegue aquí y he podido participar en el proyecto “Respondiendo”, que trabaja como objetivo la atención social e inserción laboral de mujeres en situación de desempleo y/o precariedad laboral.  

Puedo hablar extensamente de las cosas que hacía en mi día a día en la Asociación, como de los itinerarios personalizados en la búsqueda de empleo, de la intermediación de empresas, el trabajo en equipo, la creación de talleres de empoderamiento e igualdad, y la participación en las mesas distritales, pero la verdad, prefiero hablar de lo que ha sido para mi estar en Culturas Unidas y lo que ha aportado a mi experiencia como futura trabajadora social y como persona.  

Para mi suerte, creo que di con el lugar adecuado para iniciarme como profesional, ya que Culturas Unidas, desde un inicio, me hizo sentir acogida por todos los compañeros y profesionales de la entidad, lo que llevó a que, desde la primera semana, los miedos que tenía se disiparan, porque en todo momento me sentí acompañada, me enseñaron desde cero, sin prejuicios, y me dieron iniciativa y espacio para poder ir creciendo dentro de la entidad, enseñándome a trabajar conmigo misma el empoderamiento, como profesional y como persona.  

Para mí, de las enseñanzas más grandes que se me ha dado desde ahí, es cómo relacionarme con personas, no con usuarios sin nombre y cara, y como verlos fuera de la etiqueta, relacionándonos sin el estigma de cada uno. Trabajando siempre desde un enfoque interseccional y de empoderamiento, que no solo se aplicaba a ellos, sino para las propias profesionales, que siempre debemos estar en constante estudio para crecer en nuestros servicios y en la mirada y oídos que ofrecemos y en cómo nos vemos nosotras mismas.  

Para mi, poder trabajar con este gran equipo, ha sido un enorme placer y una experiencia enriquecedora, sin embargo, dentro de todo este tiempo hay una persona que ha marcado singularmente mi experiencia, así que no puedo escribir todo esto e irme sin más.  

En primer lugar, a Sandra, mi tutora en prácticas, la cuál, puedo decir, que es mi referente a cómo quiero ser como trabajadora social. Sandra, gracias por la paciencia, la empatía y el cariño, desde el minuto 1, con las que me has enseñado, por la confianza que me has otorgado, en todo momento, en mis primeras intervenciones sola, pero siempre acompañada por ti, en cada momento, de los cuales, entre risas y caos, siempre voy a recordar y agradecer, porque de todos ellos me has enseñado que se puede salir adelante confiando en el proceso. 

Por otro último, gracias a todas las personas que han pasado por Culturas Unidas y han confiado en el trato y el proceso junto a ellas, sin duda alguna, creo que lo que se hace y se va logrando es mérito de esa confianza en la intervención.  

Por todo esto y mucho más, mi experiencia en prácticas dentro de Culturas Unidas, ha sido un tiempo maravilloso en esta nueva etapa como trabajadora social, por lo que siempre voy a recordar mis prácticas con sumo cariño y agradecimiento.  

Gracias por todo y con mucho amor,  

María. 😊