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Culturas Unidas, la Asociación al Servicio de la Inclusión

 

El proyecto de Culturas Unidas, comenzó en Madrid en 1992, en el barrio de Lavapiés. El proyecto surgió de la preocupación por la educación de los menores en riesgo de exclusión social. “Había muchos menores con dificultades de concentración en el colegio, lo que los llevaba al abandono escolar y, en muchos casos, a la exclusión social”, explica Carmen Gómez Araque, presidenta de la entidad.

 

La organización inició sus actividades con un grupo reducido de menores, gracias al apoyo del dueño de un local del barrio de Lavapiés, quien ofreció una sala para las primeras actividades. Comenzó con acciones locales, como talleres de apoyo escolar y actividades recreativas, que con el tiempo evolucionaron hacia un enfoque más amplio e integral.

“Aunque hay cosas que aún no se han logrado, mantenemos objetivos claros y seguimos trabajando para una sociedad más justa e igualitaria”

 

A lo largo de los años, Culturas Unidas ha ampliado su alcance para abordar una variedad de necesidades, tanto de menores como de adultos. Desde la llegada masiva de migrantes ecuatorianos en los años 2000, debido al “corralito”, hasta la incorporación de comunidades marroquíes, dominicanas y de otros países, la asociación ha desarrollado iniciativas orientadas a la integración social y cultural.

 

Uno de los aspectos más innovadores de Culturas Unidas, ha sido la organización de encuentros interculturales. Estos eventos, a menudo centrados en la gastronomía, la música y los trajes típicos, han permitido romper barreras y fomentar el entendimiento mutuo.

 

El desafío económico, la financiación y la sostenibilidad

 

Culturas Unidas, ha aprendido a operar con recursos limitados, comenzando como un proyecto 100% voluntario. Hoy en día, recibe financiación de diversas fuentes, incluyendo la Comunidad de Madrid, la Generalitat Valenciana, el IRPF estatal y fondos europeos relacionados con la Agenda 2030. Carmen Gómez Araque, nos lo explica diciendo que “recibimos ayudas de la Comunidad de Madrid, Generalitat Valenciana, la Agenda 2030 y subvenciones del IRPF. Estas se distribuyen en partidas para personal, actividades, gastos del local y equipamiento. Dependiendo del tamaño del proyecto, ajustamos los recursos y el personal necesario”.

 

Lo que sostiene a Culturas Unidas: la esperanza

 

Las iniciativas de Culturas Unidas buscan transformar vidas. Los menores han mejorado su rendimiento académico y han encontrado espacios de convivencia donde desarrollarse como ciudadanos del mundo. Por su parte, los adultos han adquirido herramientas para integrarse laboralmente y contribuir al desarrollo de sus comunidades.

 

Hablamos con Sara Díaz, encargada del proyecto de infancia aquí en Zaragoza. Una de las esperanzas de Culturas Unidas son las futuras generaciones y por ello tienen un único proyecto enfocado a los más pequeños. La coordinadora del proyecto de la localidad aragonesa nos cuenta que “Culturas Unidas tiene un proyecto de infancia que suele estar subvencionado por la Caixa. Consiste en dar refuerzo escolar a los más pequeños, apoyo emocional y trabajo con las familias. También se hace un seguimiento con el centro escolar. Aquí en Zaragoza no estamos financiados, pero igualmente, damos apoyo en el barrio dónde nos hemos instalado y hemos empezado a trabajar con ellos».

 

Sara Díaz destaca la importancia del apoyo integral brindado a los alumnos, explicando que «el apoyo que les brindamos a los alumnos es lo más importante de todo. Este apoyo es tanto económico como psicológico. La primera hora es de refuerzo escolar, se les atiende a aquellos que necesitan ayuda con el idioma o no tuviera el nivel académico para poder seguir las clases. Normalmente nos avisan o bien los servicios sociales o el mismo centro en el que están escolarizados los niños. También llevamos a cabo trabajo psicológico, hacemos que ellos jueguen, que se diviertan y que creen lazos entre ellos. Además, como son todos niños del barrio, incentivamos y ayudamos a que haya más juego en la calle, a que los niños se junten, a que jueguen juntos, aunque sean de diferentes centros».

“Comenzamos trabajando con menores, pero pronto nos dimos cuenta de que muchas familias tenían necesidades, incluso alimentaria”

 

Lo gratificante del esfuerzo

 

Hay muchos casos como el de Riya Rammad (2004, Dhaka, Bangladesh) en los cuales Culturas Unidas han ayudado a niños a formarse y a conseguir oportunidades caras a su futuro profesional.

 

“Empecé en 2012 buscando apoyo escolar, pero he pasado por muchas etapas dentro. Como he dicho empecé siendo una menor que necesitaba ayuda, más tarde fui voluntaria y hoy en día soy trabajadora de la asociación. Para mí Culturas Unidas ha sido mi segundo hogar, mi espacio seguro y donde he podido ser yo misma sin sentirme juzgada. Tengo claro que allá donde vaya llevaré conmigo todos esos valores del respeto, la inclusión y la aceptación que me ha inculcado Culturas” cuenta Riya acerca de lo que es y ha sido una asociación como Culturas Unidas para ella.

 

Futuros retos y visión a largo plazo

 

El equipo de Culturas Unidas mira hacia el futuro con un ambicioso plan de expansión a 12 años, iniciado en 2021. La meta es consolidar su presencia en comunidades autónomas como Aragón, Valencia y Canarias, y acceder a financiación de fondos europeos.

 

Los planes a futuro para Culturas Unidas son muy parecidos en sus diferentes sedes. “Nuestros principales planes de futuro, si nos lo permiten las subvenciones, son continuar, sobre todo, con el proyecto de infancia y adolescencia y luego el de la clínica dental social. Principalmente, con este último proyecto mencionado, nuestra idea es poder ayudar a aquellas familias que monetariamente no pueden permitirse ciertos tratamientos. También queremos desarrollar uno dedicado hacia las mujeres y ayudar a la autogestión mediante la ayuda de una trabajadora social. Siempre buscamos seguir las labores que siguen tanto en Madrid como en Valencia” cuenta Italo.F da Silva, director de Culturas Unidas en la sede de Zaragoza.

 

El futuro de España, como un país inclusivo, depende de la capacidad de sus ciudadanos e instituciones para trabajar juntos, valorando la diversidad como una fortaleza. Mientras tanto, asociaciones como Culturas Unidas, seguirán siendo faros de esperanza, recordándonos que, independientemente del lugar de origen, todos merecemos una oportunidad para prosperar.