Single Blog

Mi experiencia realizando las prácticas de Educación Social en la asociación Culturas Unidas ha sido profundamente enriquecedora y reveladora.

Uno de los aspectos más destacados de mi experiencia, ha sido la diversidad y amplitud de los proyectos ofrecidos por Culturas Unidas, en los cuales, tenemos la oportunidad de participar activamente. 

A lo largo de muchas mañanas, hemos conocido a varias de las mujeres involucradas en el Proyecto Respondiendo. Creando y participando en talleres que abordan; tanto aspectos relacionados con la digitalización, como temas más introspectivos y emocionales.

Una de las características más notables, ha sido la posibilidad de que nosotras mismas lideremos estos talleres desde el principio, en consonancia con el enfoque del Proyecto de Liderazgo, que está dirigido al voluntariado, el cual busca que los propios voluntarios adquieran un rol de líder, trabajando de manera horizontal y en colaboración con el equipo de trabajo. 

Otro aspecto significativo, ha sido nuestra participación en el Proyecto IMCRE, centrado en el acompañamiento a menores, desde los 5 años de edad hasta los 17 años. Todas las tardes, acuden al centro desde las 17:00 hasta las 19:00, además de otras salidas y encuentros como campamentos urbanos. 

La primera hora está dedicada a sesiones de apoyo escolar, y aunque, a priori, puede parecer que simplemente se quedaría en lo académico, rápidamente descubrí que estos encuentros van mucho más allá, son espacios de convivencia, donde se forjan conexiones genuinas y se detectan las fortalezas y debilidades de cada menor. En la segunda hora de estas sesiones, se llevan a cabo talleres relacionados con competencias importantes para el desarrollo personal, como la inteligencia emocional, el liderazgo y la diversidad sexual, entre otras. Estas actividades se adaptan a las necesidades e intereses de cada grupo de edad, lo cual, es fundamental y demuestra la flexibilidad y atención a las particularidades de la infancia. 

Desde mi punto de vista, estos talleres complementarios sobre competencias humanas fundamentales, me parecen indispensables y demuestran el compromiso de la asociación con el desarrollo integral de los menores. 

Además de estas actividades, también hemos participado en eventos más lúdicos, pero igualmente enriquecedores, como el carnaval, donde los menores tuvieron la oportunidad de crear y lucir sus disfraces en un encuentro junto a otras asociaciones.

Estas experiencias, además de ser divertidas, promueven la cohesión grupal y la inclusión intercultural e intergeneracional, elementos esenciales para el desarrollo comunitario. 

Asimismo, la asociación cuenta con otros proyectos como el de mediación o banco de alimentos, por lo tanto, es evidente que Culturas Unidas hace un gran labor a la hora de abarcar todas estas dimensiones desde la transversalidad. 

Finalmente, dar las gracias a toda la gente que trabaja en la asociación, que siempre hacen un hueco a la gente que llegamos nueva para aprender, y eso se valora mucho desde esta perspectiva. Nos han acogido mucho y muy bien, además de haber aprendido sobre cosas que ni siquiera teníamos en mente. 

En general, todos los proyectos y por tanto, la asociación en sí, cuenta con un factor muy importante, que es la confianza y la familiaridad, tanto con infancia, mujeres, voluntarios, monitores, etc. Este es un factor clave para que la gente que acude al centro desarrolle ese sentimiento de pertenencia, ya que la identificación de la persona con un grupo de referencia deriva en un buen autoconcepto, lo cual es esencial para lograr un bienestar personal, uno de los muchos valores de la asociación. 

María de Marcos